Este dolor es más común de lo que piensas. Problemas como la fascitis plantar o esguinces pueden dificultar cada paso. Si el dolor persiste, empeora al caminar o notas inflamación, acude al fisioterapeuta. Te ayudará a corregir la causa y a que puedas caminar sin molestias.
Durante una consulta, el fisioterapeuta explorará a fondo tus necesidades. Te preguntará sobre tu nivel actual de actividad, tus objetivos y cualquier molestia o dificultad específica que estés experimentando. Además, evaluará tus articulaciones para medir la fuerza muscular y el rango de movimiento. Con esta información, diseñará un programa de ejercicios y actividades completamente personalizado, que te ayudará a alcanzar tus metas y a sentirte mejor en el proceso.
En pocas palabras, la fisioterapia no es solo un tratamiento para el dolor; es una herramienta poderosa para mejorar tu calidad de vida, prevenir lesiones y permitirte disfrutar de una vida activa, libre y plena.