Las lesiones articulares, como las que afectan rodillas, hombros o caderas, suelen limitar nuestras actividades físicas. Sin embargo, mantenerte activo es clave para una recuperación eficiente. Aquí es donde entran las actividades de reemplazo, ejercicios adaptados que te permiten mover el cuerpo sin agravar la lesión.

¿Qué son las actividades de reemplazo?

Son ejercicios diseñados para proteger la articulación lesionada mientras trabajas otras áreas del cuerpo. Ayudan a mantener la fuerza, mejorar la circulación y evitar la pérdida de movilidad durante el proceso de recuperación.

Ejemplos de actividades de reemplazo según la lesión

  1. Lesión en rodillas o tobillos:

 -Opta por natación o ejercicios en el agua. La flotación reduce el impacto en las articulaciones.

-Ciclismo estacionario con poca resistencia puede ser útil para mantener el rango de movimiento.

  1. Lesión en hombros o codos:

– Realiza ejercicios de caminar o trotar suave, enfocándote en el movimiento del tren inferior.

 – Trabaja la musculatura del core y las piernas con ejercicios como planchas o sentadillas isométricas.

  1. Lesión en caderas:  – Practica estiramientos suaves y utiliza el entrenamiento de resistencia elástica para fortalecer sin generar presión.

Beneficios de mantenerte activo

Continuar en movimiento con actividades adaptadas tiene múltiples ventajas: 1. Previene la rigidez y pérdida de fuerza muscular. 2. Aumenta el flujo sanguíneo, acelerando la curación. 3.  Mantiene un estado de ánimo positivo, clave en la recuperación.

Precauciones importantes

– Consulta siempre a tu fisioterapeuta: No todas las actividades son adecuadas para todas las lesiones.

– Evita el dolor: Si una actividad genera molestias, modifícala o cámbiala.

– Progresión gradual: Comienza con movimientos simples y aumenta la intensidad según lo permita tu cuerpo.

Las actividades de reemplazo son esenciales para mantenerte activo mientras cuidas tu lesión. Si trabajas de la mano con un fisioterapeuta, podrás mantener tu forma física y evitar complicaciones, preparando a tu cuerpo para una vuelta segura a tus actividades normales. Recuerda, la clave está en adaptarse, no detenerse.